En una sesión de coaching, un coach profesional acompaña al cliente —también llamado coachee— en un proceso de reflexión y descubrimiento personal o profesional. El objetivo principal es ayudarle a clarificar metas, superar bloqueos y diseñar un plan de acción efectivo.
Durante la sesión, el coach no da consejos ni impone soluciones, sino que utiliza preguntas poderosas, escucha activa y técnicas específicas para que el cliente encuentre sus propias respuestas. Este enfoque promueve el autoconocimiento, la responsabilidad y el cambio sostenible.
Una sesión típica de coaching incluye:
Es importante destacar que los objetivos del proceso de coaching los establece siempre el coachee, no el coach. El coach profesional no dirige ni aconseja, sino que acompaña y facilita el proceso de descubrimiento y acción del cliente.
Cada sesión de coaching es un encuentro puntual dentro de un proceso de coaching más amplio, que puede durar varias semanas o meses. Cada sesión tiene su propia dinámica, pero todas están orientadas a acercar al coachee a sus metas personales o profesionales, paso a paso, con foco y compromiso.
Las sesiones suelen durar entre 45 y 60 minutos(incluso a veces más) y pueden realizarse de forma presencial u online.
El coaching profesional se centra en el presente y en crear un futuro alineado con tus objetivos. Es un proceso estructurado, confidencial y basado en la confianza mutua, que impulsa tu crecimiento personal o profesional. A través de preguntas estratégicas y un acompañamiento comprometido, el coach te ayuda a avanzar con claridad, motivación y responsabilidad hacia aquello que realmente deseas lograr.